sábado, 3 de enero de 2015

Inmunoterapia, la nueva frontera del cáncer

 

Una nueva familia de fármacos que dan al sistema inmunitario la capacidad de destruir células tumorales ha conseguido eliminar el cáncer en pacientes con metástasis que se habían quedado sin ninguna otra opción de tratamiento.
Estos nuevos fármacos son el avance más importante en tratamiento del cáncer desde la llegada de las llamadas terapias moleculares hace quince años, según una opinión compartida por expertos que participan en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica que se celebra en Chicago.
Pese a los prometedores resultados obtenidos en ensayos clínicos, los nuevos fármacos aún no están aprobados en Estados Unidos ni en Europa, por lo que no están al alcance de la gran mayoría de pacientes.
“Habrá un antes y un después de estos fármacos. Son los que tendrán un mayor impacto en el mundo de la oncología en los próximos años”, vaticina Antoni Ribas, de la Universidad de California en Los Angeles, que ha dirigido uno de los principales estudios de los nuevos fármacos presentados en el congreso de Chicago.


Conocidos como inhibidores de PD-1 y de PD-L1, los nuevos fármacos representan un avance conceptual en el tratamiento del cáncer. Si la mayoría de terapias utilizadas hasta ahora –y que se seguirán utilizando- se basan en atacar directamente las células tumorales, la nueva estrategia se basa en habilitar el sistema inmunitario para que sea él quien ataque estas células.
Para conseguirlo, los fármacos bloquean las proteínas que el tumor utiliza para evadirse del sistema inmunitario. De este modo, el sistema inmunitario puede reconocer las células cancerosas como elementos indeseables y destruirlas. De ahí que estos nuevos tratamientos se conozcan como inmunoterapias.
Aunque el tratamiento del cáncer estimulando el sistema inmunitario se ha intentado utilizando distintas estrategias desde finales del siglo XIX, nunca hasta ahora se habían conseguido resultados lo bastante buenos para aplicar una inmunoterapia oncológica a gran escala.
Según los resultados presentados por Ribas, el 52% de un grupo de pacientes con melanoma avanzado tratados con lambrolizumab –un inhibidor de PD-1- han respondido al tratamiento. De ellos, uno de cada cinco ha tenido una respuesta completa –es decir, ha desaparecido todo rastro de cáncer de su organismo con las pruebas de diagnóstico actuales-. Y un resultado particularmente esperanzador: a diferencia de lo que ocurre con otras terapias, los beneficios del tratamiento suelen mantenerse a largo plazo sin que por ahora aparezcan células tumorales resistentes a los fármacos.
Un estudio similar dirigido desde el hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, también presentado en Chicago, ha obtenido resultados similares. El 47% de un grupo de pacientes con melanoma avanzado ha respondido a la inmunoterapia y, de ellos, casi nueve de cada diez han tenido una reducción del tumor superior al 80% en menos de tres meses. En este caso, el tratamiento consistió en una combinación de nivolumab –otro inhibidor de PD-1- y de ipilimumab –un inhibidor de CTLA-4, que es otra molécula que impide al sistema inmunitario destruir las células tumorales-.
Ambos estudios se han realizado con grupos reducidos de pacientes (188 entre los dos) para establecer la dosis adecuada y hacer una primera evaluación de la seguridad y la eficacia de los tratamientos. Pero en esta ocasión"creo que tendremos uno de los desarrollos más rápidos de la historia de la oncología y los nuevos fármacos podrían ser aprobados de manera acelerada en Estados Unidos sólo con los datos de estos estudios", declara Antoni Ribas.
En Europa, las autoridades sanitarias son más reticentes a la aprobación acelerada de fármacos.
Aunque el melanoma es el tipo de cáncer donde más se han estudiado estas inmunoterapias, también se han registrado resultados alentadores en pequeños grupos de pacientes con cáncer de pulmón o de riñón. Por el contrario, los resultados no han sido tan buenos en cáncer de próstata sin que a día de hoy se sepa por qué.
Son especialmente prometedores los resultados obtenidos en cánceres de pulmón derivados del tabaquismo. Los oncólogos piensan que esto se debe a que para el sistema inmunitario es más fácil reconocer y atacar las células que acumulan una gran cantidad de mutaciones debidas a agresiones ambientales, como las del tabaco o las de la radiación ultravioleta en el melanoma

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