lunes, 26 de enero de 2015

Cáncer de pulmón

Cáncer del pulmón

 
El cáncer ocurre cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Aunque existen muchos tipos de cáncer, todos surgen debido al crecimiento sin control de las células anormales. Los diferentes tipos de cáncer se comportan de diferentes maneras. Por ejemplo, el cáncer del pulmón y el cáncer del seno son enfermedades muy diferentes. Crecen a distinta velocidad y responden a distintos tratamientos. Por esta razón la mayoría de las personas necesitan que su tratamiento esté dirigido a su tipo de cáncer.

El recubrimiento de los pulmones, denominado pleura, ayuda a protegerlos y permite que se muevan al respirar. A través de la tráquea se introduce el aire hasta los pulmones. La tráquea está dividida en tubos denominados bronquios, los cuales se dividen en conductos más pequeños aún denominados bronquiolos. Al final de estos pequeños conductos hay diminutas bolsas de aire que se conocen como alvéolos.
La mayoría de los casos de cáncer del pulmón empieza en la mucosa de los bronquios, pero esta enfermedad también puede empezar en otras áreas, como en la tráquea, los bronquiolos o los alvéolos. A menudo, el cáncer del pulmón tarda muchos años en formarse. El cáncer del pulmón es una enfermedad que pone en peligro la vida porque a menudo se propaga de esta forma antes de que se detecte.
Tipos de cáncer del pulmón
Hay dos tipos principales de cáncer del pulmón:
  1. Cáncer pulmonar de células pequeñas (SCLC, por sus siglas en inglés)
  2. Cáncer pulmonar de células no pequeñas (NSCLC, por sus siglas en inglés).
Si el cáncer tiene características de ambos tipos, se le denomina cáncer mixto de células pequeñas y grandes.
Cáncer pulmonar de células pequeñas. Representa alrededor del 20% de todos los casos de cáncer del pulmón. Aunque las células cancerosas son pequeñas, pueden multiplicarse rápidamente y formar tumores grandes que se pueden propagar hasta los ganglios linfáticos y otros órganos como el cerebro, el hígado y los huesos. Otros nombres para el cáncer pulmonar de células pequeñas es cáncer de células en avena y carcinoma indiferenciado de células pequeñas. La causa de este tipo de cáncer casi siempre es el tabaquismo; es muy raro que una persona que jamás haya fumado padezca de cáncer pulmonar de células pequeñas.
Cáncer pulmonar de células no pequeñas es el tipo más común de cáncer del pulmón y representa casi el 80% de los casos. En este grupo hay tres subtipos.
El carcinoma de células escamosas, que está relacionado con el fumar. Tiende a aparecer centralmente, cerca de un bronquio.
El adenocarcinoma generalmente se encuentra en la región más periférica del pulmón.
El carcinoma indiferenciado de células grandes puede aparecer en cualquier parte del pulmón y tiende a crecer y propagarse rápidamente, lo cual tiene como consecuencia que el pronóstico del paciente sea malo.
El cáncer del pulmón es la causa principal de muerte por cáncer, tanto en hombres como en mujeres. Más personas mueren de cáncer del pulmón que de cáncer de colon, del seno y de la próstata juntos. El cáncer del pulmón es muy poco común en personas menores de 40 años de edad. La edad promedio de las personas a las que se les detecta cáncer del pulmón es 60 años.
Este año, habrá alrededor de 173,770 casos nuevos de cáncer del pulmón en Estados Unidos: 93,110 hombres y 80,660 mujeres. Alrededor de 160,440 personas morirán de esta enfermedad: 91,930 hombres y 68,510 mujeres.
Un factor de riesgo es cualquier cosa que aumenta las probabilidades de que una persona contraiga una enfermedad como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen distintos factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como fumar, pueden controlarse, pero otros, como la edad de una persona o los antecedentes familiares, no pueden cambiarse. Sin embargo, tener un factor de riesgo, o incluso varios, no significa que la persona contraerá esa enfermedad. Fumar es, por mucho, el principal factor de riesgo de cáncer del pulmón.
Fumar tabaco: Se piensa que fumar tabaco es responsable de 8 de cada 10 casos de cáncer del pulmón. Cuanto más tiempo haya fumado la persona mayor es el riesgo. Si la persona deja de fumar antes de que se presente el cáncer del pulmón, el tejido del pulmón regresa lentamente a su estado normal. Dejar de fumar a cualquier edad disminuye el riesgo de contraer cáncer del pulmón. Fumar puros, habanos o pipa tiene casi las mismas probabilidades de causar cáncer del pulmón que fumar cigarrillos.
El riesgo de padecer de cáncer del pulmón en los que no fuman, pero que respiran el humo de otros, también es mayor. Por ejemplo, las personas que no fuman, pero que están casadas con fumadores, tienen un riesgo 30% mayor de padecer de cáncer del pulmón que los cónyuges de las personas que no fuman. Los trabajadores que se exponen al humo de tabaco en su trabajo también tienen mayores probabilidades de contraer esta enfermedad.
Asbesto: Las personas que trabajan con asbesto tienen un riesgo mayor de padecer de cáncer del pulmón y, si además fuman, el riesgo aumenta enormemente. Aunque el asbesto se usó durante muchos años, el gobierno casi ha eliminado su uso en el trabajo y en los productos para el hogar. El tipo de cáncer del pulmón relacionado con el asbesto, el mesotelioma, a menudo empieza en la pleura.
Radón: Es un gas radiactivo que se produce por la descomposición natural del uranio. El radón es invisible y no tiene sabor ni olor. Este gas puede concentrarse en interiores y convertirse en un posible riesgo de cáncer
En el trabajo, los agentes que causan cáncer incluyen sustancias como uranio, arsénico, cloruro de vinilo, níquel, productos de carbón, gas mostaza, éteres de clorometilo, gasolina y derivados del diesel. Las personas que trabajan con estas sustancias deben tener mucho cuidado para evitar exponerse a ellas.
Marihuana: Los cigarrillos de marihuana tienen mucho más alquitrán que los de tabaco. Muchas de las sustancias del tabaco que causan cáncer también están en la marihuana. Algunos informes médicos indican que la marihuana podría causar cáncer de la boca y garganta.
Minerales: Algunos minerales como el talco, pueden aumentar el riesgo de cáncer del pulmón en aquellas personas que lo extraen de las minas o que trabajan con éste. Las personas que tienen enfermedades causadas por inhalar ciertos minerales, también tienen un riesgo mayor.
Antecedentes personales y familiares: Si usted ha tenido cáncer del pulmón, tiene un mayor riesgo de contraer otro cáncer del pulmón. Los hermanos e hijos de las personas que han tenido cáncer del pulmón pueden tener un riesgo levemente mayor.
Sexo: En varios estudios se ha determinado que las células del pulmón de la mujer tienen mayores probabilidades de contraer cáncer cuando se exponen al humo del tabaco.
¿Puede evitarse el cáncer del pulmón?
La mejor manera de prevenir el cáncer del pulmón es no fumar y evitar estar con las personas que lo hacen. Si usted fuma, debe dejar de hacerlo. También usted debe evitar respirar el humo de otras personas.
Debido a que la mayoría de las personas que padecen de cáncer del pulmón en etapas iniciales no presentan ningún síntoma, sólo alrededor del 15% de los casos de cáncer del pulmón se detectan en sus etapas iniciales. Cuando este tipo de cáncer se detecta en sus primeras etapas, a menudo se debe a una radiografía del tórax, una tomografía computarizada o a otros exámenes realizados por otra razón.
Tos que no desaparece, dolor torácico que a menudo empeora al respirar profundamente, disfonia, y baja de peso, esputo sanguinolento, dificultad al respirar, infecciones recurrentes, como bronquitis y neumonía, cuando el cáncer del pulmón se propaga a órganos distantes, puede causar lo siguiente: dolor oseo, debilidad o neuropatía sensorial o motora de los brazos o las piernas, mareo, ictericia, etc.
Estudios por imágenes: incluyen radiografías, tomografías computarizadas (CT, por sus siglas en inglés), imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), tomografías mediante la emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), angiografías y gammagrafías óseas.
Las siguientes pruebas se pueden usar para confirmar que algo observado en un estudio por imágenes de cáncer del pulmón.
Citología de esputo: para ver si tiene células cancerosas. La biopsia con aguja introduce una aguja en el tumor para determinar si contiene células cancerosas. La broncoscopia puede ayudar a detectar tumores o puede usarse para tomar muestras de tejido o de líquidos para ver si contienen células cancerosas.
Los métodos más invasivos como la mediastinoscopia mientras el paciente está anestesiado, permite tomar muestras de los linfáticos a lo largo de la tráquea a través de un pequeño orificio en el cuello. La toracentesis y toracoscopia: estas pruebas se hacen para verificar si el líquido que rodea los pulmones es consecuencia del cáncer o de una condición benigna como insuficiencia cardiaca. La biopsia de médula ósea extrae una pequeña porción de hueso, generalmente de la parte posterior de la cadera.
Después de las pruebas: Clasificación por etapas
El tratamiento y la expectativa dependen de la etapa en que se encuentre el cáncer. Los exámenes que se describieron anteriormente, como las tomografías computarizadas y las imágenes de resonancia magnética, la biopsia de la médula ósea y otros exámenes, también se usan para clasificar el cáncer del pulmón según su etapa. Para el cáncer pulmonar de células pequeñas se usan distintos tipos de sistemas de clasificación por etapas que para el Cáncer pulmonar de células no pequeñas.
Clasificación por etapas del cáncer pulmonar de células pequeñas
El sistema que se usa con más frecuencia para el cáncer pulmonar de células pequeñas es el de dos etapas, que son la etapa limitada y la etapa avanzada. La etapa limitada generalmente significa que el cáncer se encuentra sólo en un pulmón y en los ganglios linfáticos del mismo lado del tórax.
Si el cáncer ya se extendió al otro pulmón, a los ganglios linfáticos del otro lado del tórax o a órganos distantes, se le denomina avanzada. Muchos médicos consideran que el cáncer que se ha propagado al líquido que rodea los pulmones también se encuentra en la etapa avanzada.
Al cáncer pulmonar de células pequeñas se le clasifica de esta forma porque esto ayuda a distinguir a las personas que tienen un pronóstico favorable y podrían curarse, de aquellas cuyo pronóstico es peor, ya que no presentan probabilidades de cura. Para cuando se les detecta esta enfermedad, a muchas personas que padecen cáncer pulmonar de células pequeñas ya se les ha extendido.
Clasificación por etapas del cáncer pulmonar de células no pequeñas
Las etapas se describen mediante los números romanos del 0 al IV (0-4). En general, cuanto más bajo es el número, menor es la propagación del cáncer. Cuanto más alto el número, como etapa IV (4), mayor la gravedad del cáncer.
Si el cáncer del pulmón se detecta y se trata en sus etapas iniciales mediante cirugía, antes de que se haya propagado a los ganglios linfáticos u otros órganos, la supervivencia a cinco años es alrededor del 42%. Sin embargo, son pocos los casos de cáncer del pulmón que se detectan en esta etapa inicial.
Tratamiento contra el cáncer del pulmón
Las opciones de tratamiento contra el cáncer del pulmón son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, ya sea por sí solas o combinadas, dependiendo del tipo y la etapa del cáncer.
Cirugía
Dependiendo del tipo y la etapa del cáncer, se puede usar la cirugía para extirpar el tumor y una parte del tejido del pulmón a su alrededor. Si se extirpa un lóbulo del pulmón, la cirugía se llama lobectomía. Extirpar sólo una parte del lóbulo se denomina resección en cuña. La cirugía en la que se extirpa el pulmón completo se denomina pneumonectomía.
En casos de personas que no pueden someterse a la cirugía usual debido a enfermedades del pulmón u otros problemas médicos, o porque el cáncer está muy avanzado, se pueden usar otros tipos de cirugía (por ejemplo, la cirugía con láser) para aliviar los síntomas.
Quimioterapia
La quimioterapia sistémica es el uso de medicamentos contra el cáncer que se inyectan en una vena o se toman por la boca. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y se propagan a todas partes del cuerpo y por esto, el tratamiento es útil en casos de cáncer que se ha propagado a órganos distantes. Los medicamentos de la quimioterapia destruyen a las células cancerosas, pero también dañan a ciertas células normales, lo cual puede ocasionar efectos secundarios.
A menudo se administran varios medicamentos al mismo tiempo. Dependiendo del tipo y la etapa del cáncer del pulmón, la quimioterapia se puede usar como tratamiento principal o como tratamiento adicional a la cirugía. En ocasiones los médicos administran altas dosis de quimioterapia junto con medicamentos llamados factores de crecimiento. Éstos ayudan a prevenir los efectos secundarios de la quimioterapia relacionados con la médula ósea.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento en el que se usan rayos de alta energía (como los rayos X) para destruir o reducir las células cancerosas. La radiación puede provenir de fuera del cuerpo (radiación externa) o de materiales radiactivos colocados directamente en el tumor (radiación interna o de implante). La radiación externa es el tipo que se utiliza más a menudo para tratar el cáncer del pulmón.
En ocasiones, la radiación se usa como tratamiento principal contra el cáncer del pulmón, como por ejemplo en personas cuya salud no está lo suficientemente buena como para someterse a una cirugía. En otros pacientes, la radiación se podría usar después de la cirugía para destruir pequeñas áreas de cáncer que no pueden verse ni extirparse durante la cirugía. La radiación también se puede usar para aliviar síntomas como dolor, sangrado y dificultad para tragar.
Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir leves problemas de la piel, náuseas, vómitos y cansancio. A menudo, éstos desaparecen en poco tiempo. La radiación administrada en el tórax puede dañar los pulmones y ocasionar problemas respiratorios. Generalmente, los efectos secundarios de la radioterapia en el cerebro (para tratar la metástasis) llegan a su punto más grave uno o dos años después del tratamiento e incluyen pérdida de memoria, dolores de cabeza, dificultad para pensar y menor deseo sexual. Asegúrese de hablar con su médico si se le presenta cualquier efecto secundario.
Estudios clínicos
Cada fase del estudio está diseñada para contestar ciertas preguntas.
Fase I - En esta fase de los estudios clínicos se busca la mejor manera de administrar un tratamiento nuevo y qué cantidad de éste se puede administrar con seguridad. El propósito principal es probar la seguridad del nuevo medicamento.
Fase II - Los estudios clínicos en esta fase están diseñados para ver si el medicamento es eficaz. Se le administra a los pacientes la dosis más alta posible que no cause efectos secundarios graves y se les observa muy de cerca para ver si tiene algún efecto en el cáncer.
Fase III - En esta fase de los estudios clínicos se compara el nuevo tratamiento con la terapia convencional. Se divide un gran número de pacientes en dos grupos. El grupo de referencia recibe el tratamiento convencional y el otro grupo recibe el nuevo tratamiento. A todos los pacientes se les observa de cerca para ver cuál de los tratamientos es más eficaz. El estudio se suspende si los efectos secundarios son muy graves o si un grupo tiene resultados superiores al otro.
Es muy importante dejar de fumar incluso después de que el cáncer del pulmón se haya presentado. Dejar de fumar le ayuda a mejorar su apetito y su salud en general y puede reducir las probabilidades de que se presente un nuevo cáncer.
Y aún en otras investigaciones, se continúan probando formas de prevenir el cáncer del pulmón en personas con alto riesgo mediante el uso de vitaminas o medicamentos. Los hallazgos de los estudios iniciales determinaron que los fumadores cuya dieta tenía bastantes alimentos de origen vegetal (ensaladas, frutas y verduras) tenían menos riesgos de padecer cáncer del pulmón que los fumadores que comían menos alimentos de origen vegetal. Sin embargo, algunos investigadores determinaron que tomar suplementos de vitamina A con regularidad más bien aumenta el riesgo de padecer de cáncer del pulmón entre los fumadores.
Diagnóstico más temprano
Muchos investigadores consideran que la tecnología nueva hará posible que se detecte el cáncer del pulmón en sus etapas iniciales. Podría ser posible detectar casos de cáncer del pulmón en sus primeras etapas entre las personas de alto riesgo mediante tomografías computarizadas especiales. Otro método está relacionado con formas nuevas de detectar células cancerosas en muestras de esputo (saliva) con más precisión.
Asimismo, en la investigación se encontraron varios cambios que a menudo afectan el ADN de las células de cáncer del pulmón. Mediante nuevos exámenes podría ser posible detectar estos cambios y con ello, detectar el cáncer del pulmón en etapas más tempranas.
Tratamiento
Se están realizando muchos estudios clínicos para probar nuevos medicamentos de quimioterapia o combinaciones de medicamentos. Otros estudios clínicos se concentran en estimular el sistema inmunológico de los pacientes. En algunos de estos tratamientos se usan medicamentos como el interferón y la interleucina para estimular el sistema inmunológico en general.
En otro tipo de inmunoterapia se usan anticuerpos elaborados en el laboratorio que después se inyectan a los pacientes. Es posible adjuntar átomos radiactivos o toxinas a estos anticuerpos de manera que busquen únicamente a las células del cáncer del pulmón y no afecten a las células sanas del cuerpo. También se está investigando una forma de alterar el cáncer del pulmón al añadir ADN adicional de manera que el sistema inmunológico del paciente reconozca mejor las células de cáncer y las ataque más eficazmente. Asimismo, el ADN se está usando para reparar los cambios en los genes que se piensa causan que las células se transformen en células cancerosas en primer lugar.

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